El “mercado negro” de insumos agrícolas: Impacto de un fenómeno impulsado por el “alza de violencia” rural.

Lunes 31 de Marzo 2025.

Bandas principalmente compuestas por chilenos y conocedores de la zona, se dedican a robar y reducir productos, principalmente químicos. Las bajas penas y la ágil rearticulación de los grupos han dado paso a un fenómeno “cíclico” y lucrativo.

Pesticidas, maquinarias y aperos. Esos son parte de los insumos agrícolas que son sustraídos por bandas, principalmente nacionales, y que generan millonarias pérdidas para el sector agrícola. Los insumos, en tanto, son reducidos en un “mercado negro” que presenta sus propias particularidades, e incluso, riesgos tanto para quienes efectúan los robos, como para quienes compran las mercancías sustraídas. A inicios de marzo, distintos agricultores de la región de O’Higgins levantaron la voz para denunciar una seguidilla de robos, además de varios asaltos a mano armada, en el mundo rural. Una “nueva realidad”, porque aún cuando hay ilícitos cíclicos, el factor que más complica a los habitantes del campo chileno es el aumento de la violencia con el que se desarrollan estos hechos.

La Sociedad Nacional de Agricultura (SNA) también ha seguido de cerca este fenómeno. El “Primer Barómetro del Robo Agrícola” -aplicado entre el 6 y 13 de marzo-, mostró que un 78% de los agricultores consultados ha sido víctima de robo, y un 11% declaró haber sufrido violencia cuando enfrentaron este ilícito. En tanto un 40% (320 casos) han sido víctima de robos 3 o más veces; un 32% ha sido víctima 2 veces; y un 28% ha sido víctima sólo una vez en los últimos 12 meses. Pero la violencia va en alza. Al menos así lo señala a Emol el fiscal regional de O’Higgins, Aquiles Cubillos. “Es un fenómeno cíclico y ha ido mutando (…) y esta temporada 2024-2025 ha sido más violenta”, sostiene. Asimismo, plantea que este tipo de delitos no sólo está presente en esa región, sino que también en El Maule, y no se descarta que haya presencia de estos grupos estén operando en otras zonas con amplia actividad agrícola, como Ñuble y algunos sectores de la Región de Valparaíso. Focos investigativos en curso En abril de 2024, una investigación de un año de la fiscalía regional de O’Higgins permitió a la PDI desbaratar una banda dedicada al robo de empresas agrícolas de la zona. Eran al menos 15 sujetos que integraban una banda criminal, quienes cometieron cerca de 40 delitos. En total, generaron un perjuicio económico de más de $300 millones. Los imputados robaban principalmente a negocios y compañías que trabajan con productos agroquímicos, para lo cual intimidaban y maniataban a los guardias de seguridad de los recintos para cometer los diferentes robos. “Este fenómeno, en esta temporada 2024-2025, ha sido más violento. Hoy vemos que los sujetos ya no solo entran a bodegas no habitadas, sino que también están dispuestos a entrar a bodegas de empresas, donde hay guardias, por lo tanto, los delitos se transformaron en robos con intimidación y robos con violencia”. Fiscal Regional de O’Higgins, Aquiles Cubillos Durante el procedimiento policial, se logró incautar cinco pistolas de aire comprimido, tres rifles, un revolver a fogueo, cinco escopetas y casi 1.800 cartuchos de munición de diverso calibre, además de dos millones de pesos en efectivo, cuatro vehículos y dos kilos de cannabis procesada. “Efectivamente nosotros desbaratamos a banda, compuesta de gente que venía de Curicó y operaba principalmente hacia las provincias de Colchague y Caldenal Caro, ingresando a bodegas de predios agrícolas, de fundos principalmente, y sustraía insumos agrícolas, especialmente pesticidas, además de maquinaria y robos de apero”, comenta el fiscal Cubillos. Y si bien ese “corte” en el eslabón del ilícito permitió que durante un tiempo esos robos disminuyeran, “el fenómeno es muy cíclico, y a partir de septiembre del 2024 nuevamente reapareció”, detalla el persecutor. Esto obligó a que se iniciara otro foco investigativo, que actualmente se encuentra vigente. “Esto ha generado varios procedimientos, con varios detenidos en la zona de San Fernando”, comenta el fiscal. “Lo que sí hemos visto, es que este fenómeno, en esta temporada 2024-2025, ha sido más violento. Hoy vemos que los sujetos ya no solo entran a bodegas no habitadas, sino que también están dispuestos a entrar a bodegas de empresas, donde hay guardias, por lo tanto, los delitos se transformaron en robos con intimidación y robos con violencia”, subrayó. Productos agroquímicos: de alto valor y fácil reducción El presidente de la SNA, Antonio Walker, comenta que hace un buen tiempo que vienen denunciado el robo de insumos agrícolas en el campo chileno. La mayoría, cuenta, son productos agroquímicos, dado su alto valor. “Son productos muy sofisticados que cumplen con todas las certificaciones internacionales, por lo tanto son muy demandados”, añade. “Chile maneja unos 500 millones de dólares en agroquímicos y se ha hecho muy recurrente el robo de estos productos que después son transados en el mercado negro por parte de bandas organizadas, donde además no se paga ni IVA ni impuestos. A ello, se suma que son robos con bastante violencia, lo que ha incentivado a los agricultores a tener grandes bunkers para guardar estos químicos”. Por eso, Walker subraya que es un tema que necesariamente debe ser atendido, y en el proceso, “debiéramos involucrar al Servicio de Impuestos Internos (SII), porque todo este tráfico, todo este mercado negro también afecta, además de la seguridad de las personas, la recaudación por parte del aparato fiscal”. El mercado ilícito Consultado por el perfil de los delincuentes, el fiscal Cubillos añade que los autores de los robos, “son principalmente chilenos, obviamente conocedores del lugar y de los productos. Usualmente apuntan a robar insumos de pequeño tamaño, de fácil reducción, pero de alto valor. Por ejemplo, un par de botellas de pesticida, en algunos casos, pueden costar sobre $1 millón”.

En tanto, forma en que los delincuentes se deshacen de los productos robados se basa plenamente en el conocimiento del rubro y de la zona en la que operan. Allí no se suele utilizar la reducción a través de redes sociales, como es habitual en otro tipo de mercados ilícitos. “Son sujetos que están insertos en el mundo rural, conocedores de otros agricultores inescrupulosos que están dispuestos a comprar productos robados, obviamente, para abaratar costos”, precisa el fiscal. Y aunque el persecutor descarta que este delito “vaya en alza”, sí se puede calificar como “cíclico”: aumenta en temporada de primavera y estival, y también está marcada por la reorganización de las bandas cuando son desbaratadas. A ello, se suma que “las penalidades son bajas -como en el caso de robo en lugar no habitado-, donde los sujetos cumplen una condena de 541 días, es decir, 18 meses, y salen y rearman la banda, o la misma banda se sustituye con otro individuo. Esto, porque se trata de un negocio lucrativo, por el costo que tienen los insumos”. Por cierto, aunque los insumos agrícolas son apetecidos por estas bandas, también roban maquinaria agrícola, desde tractores, pulverizadoras, motosierras, u otras maquinarias más sofisticadas. “Hemos visto hasta robo de maquinaria mayor, que la cargan en vehículos y la roban”, comentó. Esto, sin contar los aperos, que también tienen un alto valor, y al igual que los insumos químicos, son de fácil reducción.

Fuente: Emol.com



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